Si la afeitadora no es resistente al agua, manténla alejada de fuentes de agua como lavabos, duchas o bañeras. El contacto con el agua puede dañar el motor y causar riesgos eléctricos.
Si la afeitadora presenta signos de mal funcionamiento, como ruidos extraños, chispas o partes rotas, apágala y no la uses hasta que sea reparada.
No presiones excesivamente la afeitadora contra la piel. Usar demasiada presión puede dañar la piel, el aparato o reducir la eficacia de los resultados.
Guarda la afeitadora en un lugar seguro, fuera del alcance de los niños, para evitar accidentes, como cortes o el uso inapropiado del aparato.
No utilices la afeitadora eléctrica en áreas de la piel muy sensibles o delicadas (como alrededor de los ojos) a menos que esté específicamente diseñada para ello.